Adult Stories Forum

Geri Git   Adult Stories Forum Historias de sexo en español Anal
Kayýt ol Yardým Ajanda Bugünki Mesajlar Ara

Cevapla
 
LinkBack Seçenekler Arama Stil
DurumOffline
No Avatar
Uyarý:
Profil detaylarýný görmek için üye giriþi yapmalýsýnýz

Üyeliðiniz bulunmuyorsa Kayýt ol linkine týklayarak kayýt olabilirsiniz.

Jóvenes amigos en un camping nudista

 
Post #1


Jóvenes amigos en un camping nudista?COMPLETO?. No podíamos creer lo que veíamos en el cartel. Habíamos llegado por fin a la puerta de aquel camping en mitad del campo, entre pinares y junto a la playa después de un largo viaje y sin apenas dormir, ya que la noche anterior habíamos celebrado por todo lo alto las notas de los exámenes de Selectividad. Como premio, mis padres me habían dejado el viejo Renault Twingo para ir de vacaciones a Conil, en la costa de Cádiz, con los amigos del instituto.El propósito era pasar unos días de fiesta y descanso todos juntos por última vez antes de separarnos sin remedio para ir a la universidad, pero, de todo el grupo, finalmente fuimos sólo cuatro: David -uno de mis mejores amigos-, Virginia, Ana y yo, Carlos.Para asegurarnos, preguntamos en el mostrador de recepción. Nos dicen que, efectivamente, está completo, que el otro camping más cercano ha cerrado y por esa razón hay más gente que nunca? a no ser que quisiéramos ir a la ?zona nudista?. Nos explican que es una parte separada donde el ambiente es mucho más tranquilo y las instalaciones son nuevas, y que allí no tendríamos problemas de sitio.¿Un camping nudista? Nos quedamos sin saber qué decir, con cara de tontos. -Ehhh? gracias? vamos a hablarlo?David y yo nos miramos un instante de manera cómplice. ¿Y si?? No, no podía ser? Hasta entonces, nuestras esperanzas no iban más allá de que quizá alguna de las dos se animara a hacer topless algún día. Pero, ¿desnudarse, así, de buenas a primeras?Yo: - ¿Y ahora qué hacemos? Los otros camping están más cerca del pueblo, así que lo más probable es que estén también hasta arriba.Ana: - No sé, tíos, pero yo estoy destrozada, necesito encontrar algún sitio ya, y estoy muerta de calor?Virginia: - Yo también. ¿Sabéis qué os digo? Que podríamos echar un vistazo. Total, somos amigos, ¿no? Yo pensaba hacer topless en la playa, y tú, Ana, también lo haces siempre en la piscina de tu casa. Y vosotros? bueno, tampoco sería la primera vez que os viéramos desnudos, ¿verdad? ¿No os acordáis ya de anoche?David: - No compares, anoche habíamos bebido todos y sólo fue un momento de desfase en la piscina de la urbanización, estaba oscuro?Yo: - Yo pienso como Vir. Entramos, y si no nos convence, pues ya intentaremos buscar otro sitio. Además, entre la playa y la fiesta, en el camping vamos a estar nada más que para dormir y ducharnos, ¿no?Ana: - Pero con una condición: de esto ni una palabra a nadie, ¿vale?Todos estuvimos de acuerdo.Dimos los datos en recepción y nos indicaron el camino. Realmente el camping estaba atestado. Al fondo del todo, tras una valla y un tupido seto, entramos a la zona nudista. Íbamos callados, nerviosos, pensando ?¿en dónde nos vamos a meter??. Nos cruzamos a la primera persona, una chica de unos treinta y tantos años que ni siquiera reparó en nosotros, totalmente desnuda, por supuesto. Se me caló el coche, y a las chicas les entró la risa. Un poco más adelante, dos niños desnudos en sus pequeñas bicis. Un matrimonio mayor leyendo y tomando el sol en sendas tumbonas. Aparte de la impresión de ver a toda la gente desnuda como si tal cosa, era cierto que estaba mucho mejor que la zona de afuera: parcelas mucho más grandes, más sombra, una piscina genial? Aunque no hubiera sido así, David y yo estábamos decididos a no dar marcha atrás. ¡Aquel sitio era la bomba!Encontramos una parcela que nos pareció bien, y, sin poder evitar desconcentrarnos cada vez que pasaba alguien para mirar disimuladamente, empezamos a montar la tienda. El hecho de que lleváramos una sola tienda de campaña para los cuatro demostraba que éramos buenos amigos, y que no se no teníamos intención ?o al menos, esperanzas- de enrollarnos, pues entonces habríamos llevado dos separadas, para tener más intimidad.- ¡Qué calor! ?dijo Virginia, y, sin más, se quitó unos pantaloncitos cortos que llevaba, la camiseta, y la parte de arriba del bikini, quedándose con una pequeña braguita. Ana, unos segundos después, hizo lo mismo.No podíamos creerlo. Eran un par de bellezas, compañeras de clase desde hacía cuatro años, que nos mostraban unos pechos perfectos a sus 18 primaveras. Virginia era de estatura media, pelo castaño a media, delgada pero de curvas marcadas y pechos tirando a grandes, de deliciosas rosadas areolas, rosadas y abultaditas. Ana, muy morena de pelo y de piel, era algo más bajita, y también tenía un tipo estupendo, con culo pequeño y redondito, y unos preciosos pechos de tamaño mediano, erguidos como si acabaran de salirle ayer mismo.David y yo, creo, tampoco estamos nada mal. Ambos hacemos mucho deporte, no nos sobran kilos, y tenemos los músculos bastante marcados. Yo soy moreno y bastante alto; David, con el pelo castaño claro, bastante rizado, y algo más bajo.Sin habernos recuperado de la impresión, un hombre mayor en bicicleta se paró frente a nosotros:- Buenas tardes ?dijo con acento alemán-. Creo que son nuevos por aquí, tengo que recordarles que esta es una zona exclusivamente nudista, y que si quieren quedarse han de respetar esto.- Sí, es que? acabamos de llegar.- Nosotras ya nos hemos quitado la ropa.- Señoritas, no se han quitado toda la ropa ?dijo sonriente. Disculpen que insista, pero es importante que sigan las normas, para que nadie se incomode. Seguro que van a estar muy a gusto aquí. ¡Hasta luego!Total, que sin haber ni siquiera terminado de montar la tienda, acabamos quitándonos los cuatro, esta vez sí, toda la ropa. Al vernos frente a frente, supongo que para romper el hielo, empezamos a reírnos a carcajadas.Virginia: - ¡Bueno, pues ya está! Es raro, pero pensé que me daría más vergüenza. Además? la verdad es que estáis muy guapos así ?dijo, bajando la mirada y con una sonrisa pícara.David: - Buf, vosotras sí que sois preciosas. Creo que no hace falta que os fijéis mucho para que nos creáis.Ana: - Ja ja ja ja, ¡Madre mía, algo está cambiando por momentos!Efectivamente, la nueva sensación de sentir la brisa recorriendo todo el cuerpo, y la cercana visión de nuestras amigas totalmente desnudas, había hecho que nuestras pollas empezaran a crecer sin remedio. Aquello era imparable? En pocos segundos ambos las teníamos a reventar, con los capullos brillantes al sol. No había manera de disimularlo, así que ni lo intentamos.Vir: - Bueno, os dejamos que terminéis de montar la tienda. Nosotras nos vamos a la piscina un rato, y así no os desconcentramos más, jaja.David y yo seguimos pues con la tarea y, ya solos, comentábamos lo flipados que estábamos, ni en nuestros mejores sueños habríamos imaginado una situación así. En la parcela de al lado había una caravana, de la cual salió un tipo de unos 40 años que vino hacia nosotros.- Hola, me llamo Juan, parece que vamos a ser vecinos aquí. Os estaba escuchando y no he podido evitar que me resultara divertido. ¿Así que la primera vez que hacéis nudismo, y os lanzáis a un camping, eh? Mi mujer y yo desde hace bastante, al menos una vez al año dejamos a los niños con sus abuelos y venimos a disfrutar de esto a tope. Ya veréis como os encanta. Y si queréis que os explique cómo funcionan las cosas, o necesitáis algo?- No si? es genial, pero? Hay algunas cosas que no podemos evitar ?nuestras pollas, aunque algo menos empalmadas, seguían sin estar lo que se dice relajadas-- ¡Ja, ja, ja! Bueno, no me extraña, es sobre todo la novedad. Y con ese par de bellezas que os acompañan? Ya veréis como no sólo os pasa a vosotros, es natural que a veces ocurra, hay demasiados? estímulos. La gente aquí es respetuosa y bastante discreta por lo general, pero si estáis atentos os daréis cuenta de que, bueno, pueden pasar cosas. A nosotros, sin ir más lejos, venir aquí nos supone una inyección de deseo sexual que viene muy bien en un matrimonio.Terminamos y fuimos al encuentro de nuestras amigas tan sólo con una toalla al hombro. Nos zambullimos en la piscina, y fuimos donde ellas. Estaban tomando el sol, ambas boca arriba, con las piernas entreabiertas, y parecían dormidas. Nos guiñamos el ojo y dejamos que las gotas que caían de nuestro cuerpo las mojaran. La visión era maravillosa, y ya estaban de nuevo nuestros instrumentos desafiando la ley de la gravedad. Se levantaron de un respingo y empezamos a forcejear con ellas para tirarlas al agua y en la lucha nos agarrábamos de cualquier parte y manera. Ya dentro de la piscina, nuestras pollas, durísimas, tocaban una y otra vez sus cuerpos, resbalaban por su vientre, se demoraban entre sus nalgas, sus piernas se enredaban entre nosotros, y a veces sentíamos el roce del vello de sus pubis o de sus pezones erectos por el agua aquí y allá?En el recinto de la piscina, lógicamente, se concentraba gran parte de los campistas, gente de todas las edades: abuelos, familias con niños, pandillas de adolescentes apenas unos años más pequeños que nosotros? Me llamó mucho la atención que muchos, la mayoría, tanto hombres como mujeres, llevaban el pubis depilado. Vi que una pareja de veinteañeros, un poco más apartada, se untaba mutuamente de crema solar; ella lo hizo concienzudamente en los testículos y el pene de él, que poco a poco se empalmó, y, lejos de taparle, ella siguió masajeándolo lentamente.Ya rendidos, los cuatro nos adormilamos sobre las toallas aprovechando el último rato de sol de la tarde. Caía la tarde, y dejamos la piscina para ir a darnos una ducha. Ana y Virginia se adelantaron, mientras David y yo terminábamos de poner en orden las cosas de acampada, que eran escasas en comparación con la mayoría de nuestros vecinos de camping: una tienda para los cuatro, una manta para el suelo, velas para la noche? En unos minutos fuimos también hacia los baños.¿Cómo serían los baños de un camping nudista? Pues, como es lógico, mixtos. Poco sentido tendría dividirlos por sexos para esconder las ?vergüenzas? de quienes estaban todo el día juntos y desnudos. Y aunque empezábamos a acostumbrarnos a ello (acostumbrarse, es mucho decir, pero ya, al menos, no nos parecía todo tan surrealista como cuando entramos a la zona nudista apenas unas horas antes; incluso nuestras pollas nos daban algún respiro), nos daba morbo lo de compartir ducha con mujeres desnudas. ¡Cuántas veces habríamos soñado algo parecido con los vestuarios del instituto!Las duchas en sí estaban sólo semi-abiertas, algo separadas una de otra por muretes de curiosas formas curvas. De detrás de uno de estos provenían las risitas de nuestras amigas. Sin pensárnoslo, nos asomamos, y lo que vimos nos dejó pasmados: Virginia, de frente a nosotros, tenía una pierna alzada y apoyada en una especie de banco; con una mano dejaba descubierto todo su coñito mientras Ana, en cuclillas y de espaldas a nosotros, ofreciéndonos una preciosa visión de su redondeado culito, estaba terminando de rasurar el vello de su amiga.Vir: - ¡Ah, ya habéis llegado! Pues es que, como nos hemos dado cuenta de que aquí casi todas las chicas van depiladas, no queríamos desentonar y, bueno? así sí que estamos ya ?desnudas? ¡del todo! Ja ja ja. ¿Os gusta? -¿que si nos gusta? No podíamos apartar la mirada, boquiabiertos, mientras se estiraba con la mano buscando algún pelillo que se hubiera escapado a la cuchilla. Su coñito era increíble, pequeñito y rosado, y sus labios entreabiertos y el clítoris, que ahora se apreciaba perfectamente, permitían adivinar que estaba excitada.David:- Sssí? sí, queda? muy bien.Ana se puso de pie, y vimos que su pubis ya estaba también totalmente despejado. Ana: - Pues sí que parece que os gusta -dijo, fijando la mirada en nuestras pollas, durísimas de nuevo-? ¿y si? vosotros también os desnudáis? del todo?Vir: - ¡Síi! Venga, también hay bastantes chicos por aquí que lo llevan así, y a vosotros? seguro que os favorece.Yo: - No sé? Joder, qué corte. A lo mejor recortar un poco? pero no tenemos tijeras, ¿no? Además, yo no sabría.Ana: - Eso no es problema.Esa frase terminó de convencernos en un segundo, y al siguiente ya estaban las dos agachadas, una delante de cada uno de nosotros. Bajo la ducha, primero nos enjabonaban y acto seguido sujetaban nuestra polla con una mano mientras con la otra se aplicaban a pasar la cuchilla. Sentir las pequeñas manos de Virginia en mi polla era una sensación indescriptible. La visión era increíble, y el hecho de que en cualquier momento alguien pudiera asomarse añadía aún más excitación.Vir:- Wow, ahora sí que está grande y dura? Y la de David no se queda atrás ?dijo, intercambiando una sonrisa con Ana-Ellas avanzaban en su tarea en unos minutos que hacían eternos. Ya casi habían terminado. Con la respiración entrecortada, suspirábamos de placer.David: - Ahhh? no puedo más? me voy a correr, Ana?David hizo un amago de apartarse, pero ella no le dejó, cerró sus dedos sobre su polla y empezó a pajearle rápidamente. Como si fuera una señal, Virginia hizo lo mismo conmigo. Muy poco después David empezó a correrse entre contenidos jadeos, soltando chorros que iban a parar al menudo cuerpecito de Ana. Justo a continuación, yo también exploté, mientras Virginia me miraba fijamente con la boca entreabierta, con una expresión entre divertida y viciosa. Nunca me había corrido así, un chorro tras otro iban a parar a sus pechos y su vientre. Me vaciaba sobre mi amiga, la que, hasta el día de hoy había sido el sueño erótico de mi adolescencia.Ana: - Vaya, se ve que teníais que descargar la ?tensión? acumulada, ¿eh? Ja ja ja. Espero que no siempre seáis tan apresurados? Por cierto, me gusta mucho cómo han quedado vuestros ?instrumentos? así, sin pelo. Se ven más grandes? y suaves. ?Y mientras decía esto último, acarició brevemente mi polla y testículos.Exhaustos como estábamos, este detalle nos dejó claro tanto a David como a mí que lo que había empezado en ese día iba a ir mucho más allá de un simple rollo de vacaciones, cada cual con la suya? Nos miramos cómplices. David y yo somos amigos desde niños, no tenemos secretos ni vergüenza el uno del otro; incluso, en la pubertad, aprendimos juntos a masturbarnos descubriendo furtivamente revistas o películas pornográficas o, sencillamente, imaginando a nuestras compañeras de clase, dos de las cuales ahora estaban desnudas frente a nosotros sin pudor. Aquello iba a ser algo realmente diferente? no sabíamos cuánto?La temperatura invitaba a permanecer desnudos, incluso de noche, y eso hicimos los cuatro, ya plenamente integrados en la sensación de tener tu cuerpo en libertad absoluta que podíamos por vez primera disfrutar allí. La brisa del anochecer nos acariciaba, y realmente era distinto, agradable, sentirla también en mi pubis depilado.Estaba bastante oscuro cuando volvimos a nuestra parcela. Nos disponíamos a encender las velas y preparar algo para cenar cuando reparamos en un ligero ruido proveniente de la caravana de nuestros vecinos. Las ventanas estaban abiertas por el calor, y en la penumbra del interior vimos a Juan, a quien conocimos por la mañana, que follaba lentamente a su mujer por detrás. Habíamos llegado de improviso, y ambos pararon un instante al vernos, sin embargo, algo en nosotros (quizá ver el cambio simultáneo en nuestros genitales depilados, quizá nuestras pollas aún morcillonas, acaso nuestra actitud, sorprendida pero no escandalizada, después de lo que acabábamos de hacer en la ducha) les hizo saber que podían seguir. Entre pequeñas risas, les mirábamos a cierta distancia, disimulando a duras penas mientras sacábamos las cosas de cenar. Sintiéndose observados, él aumentó el ritmo y la fuerza de sus embestidas, y, al poco, su pareja comenzó a emitir ahogados gemidos a su compás. Después de su orgasmo, ella se dio la vuelta, y comenzó a comer la polla de su marido; ahora estaban de perfil hacia nosotros, y veíamos la silueta de su gruesa polla recortada en la escasa luz que quedaba. Él sujetó la cabeza de su mujer y repitió los movimientos de antes, follándose su boca sin piedad hasta que explotó con un ?Ahhh?? imposible de reprimir. Ella aún tuvo su polla dentro un rato, exprimiéndola lentamente con ayuda de una mano.Extendimos nuestras provisiones sobre las mantas, al aire libre, y en poco tiempo dimos buena cuenta de ellas. Y a renglón seguido sacamos otro tipo de provisiones, ron y refrescos, que paulatinamente fueron animando la charla. Hacía una noche perfecta, tibia.Ana: - Wow, vaya show que nos acaban de regalar, qué fuerte, ella se lo ha tragado todo? Al principio me ha dado corte, pero luego? parece que de alguna manera fuéramos parte de ello, no era capaz de dejar de mirar. David: - ¿Os imagináis que alguien nos hubiera visto en la ducha antes? Bien podría haber pasado?Vir: - Parece que aquí todo el mundo puede mirar y ser mirado sin problema. Si no quieres enseñar? ya sea tu cuerpo o lo que haces con él, pues no lo muestras; y si no quieres ver, pues basta con que mires para otro lado. Nosotros podríamos haberles ignorado ahora y no lo hemos hecho, ¿no?. Siempre que nadie se meta conmigo, a mí ya no me m*****a que me miren, es increíble lo pronto que me he acostumbrado no sólo a estar totalmente desnuda sino a que me observen? con deseo. En realidad ¿a quién no le gusta gustar a otras personas?Yo: - Es verdad. ¿Quién hubiera imaginado esto tan sólo ayer? Cuatro años de amigos, desde que éramos casi unos críos, creíamos conocernos de verdad, y sin embargo cuántas fronteras hemos pasado en un solo día? Entonces, ¿no os importa que os miremos?Ana: - A estas alturas? además, aunque nos importara algo, no creo que pudierais evitarlo, ja ja ja.David: - Ni nosotros, ni ningún hombre del camping. Hay otras chicas guapas, pero no como vosotras. Sois perfectas? del todo ?añadió, fijando su vista en el coñito de Ana. Ella, en respuesta, recostada como estaba, abrió más sus piernas, y pudimos ver cómo estaba húmedo a la temblorosa y anaranjada luz de las velas.Vir: - Con el calentón que llevabais a lo mejor no os habéis dado cuenta, pero a vosotros también os miraban. En la piscina habéis estado media tarde empalmados, y había sobre todo unas chicas de unos 14 o 15 años que no quitaban ojo de vuestros instrumentos.Inevitablemente la conversación siguió por derroteros parecidos, y aunque en parte ya sabíamos de nuestras experiencias anteriores, nos las contamos con pelos y señales, sin pudor. Se sorprendieron cuando les dijimos que ellas nos gustaban desde el primer año de instituto, pero que nunca nos habíamos atrevido a intentar nada por no correr el riesgo de estropear nuestra amistad. "Pues habrá que recuperar el tiempo perdido..." -dijeron. Entre risas, animados por el alcohol, pero sobre todo por la libertad que respirábamos, nos fuimos contando cómo nos iniciamos en el sexo. Supimos que ellas habían dejado de ser vírgenes antes que nosotros, Virginia a los 15 y Ana a los 16, e incluso nos confesaron que habían ?tonteado? entre ellas alguna que otra vez?Creo que ninguno queríamos que esa noche mágica acabase nunca, pero poco a poco el sueño nos fue venciendo, desnudos, recostados unos sobre otros. Mañana sería otro día. Nuestras vacaciones acababan de empezar.
05 Mayýs 2021, at 20:07
Alýntý
Cevapla




Powered by vBulletin Solutions, Inc.
deneme bonusu veren siteler deneme bonusu veren siteler deneme bonusu deneme bonusu deneme bonusu etimesgut escort istanbulblog.info sincan escort etlik escort Anadolu Yakasý Escort Kartal escort Kurtköy escort Maltepe escort Pendik escort Kartal escort eryaman escort demetevler escort altyazýlý porno þiþli escort mecidiyeköy escort beþiktaþ escort escort istanbul ataköy escort bursa escort bursa escort bursa escort bursa escort bursa escort alt yazýlý porno escort escort escort travestileri travestileri Escort bayan Escort bayan bahisu.com girisbahis.com etlik escort etimesgut escort etimesgut escort eryaman escort antalya rus escort Ankara escort bayan Escort ankara Escort ankara Escort eryaman Keçiören escort Escort ankara Sincan escort bayan Çankaya escort bayan hurilerim.com Escort escort istanbul escort beylikdüzü escort ankara escort bornova escort balçova escort mersin escort Hacklink Hacklink panel wbahis