Un fın de semana calıente

UN FIN DE SEMANA CALIENTEQué tal??? Soy Víctor, tengo 28 años, soltero, trabajo, soy bastante mujeriego, vivo solo en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina y hace poco tiempo sucedió el hecho que les quiero relatar. Mi mejor amigo, Octavio, compañero de trabajo, hace un año y medio atrás se casó; acontecimiento del que participé con mucha alegría, puesto que tenemos una amistad muy fuerte y al verlo feliz a él, yo también sentí felicidad por él. Su mujer, Julieta, estuvo de novia con Octavio, solamente un año, y luego se casaron, como les conté. Julieta, tiene 25 años y es una bellísima mujer. La describo para que se den una idea de lo linda que es. Julieta es alta, 1,76m aproximadamente; delgada, 58kg, más o menos; de tez blanca; unos ojazos azules preciosos, que parecen dos faroles que encandilan; un hermoso*rostro; pelo lacio largo de color castaño y; lo más atrayente de ella: tiene un cuerpo espectacular, con lindas curvas, buenas tetas y una cola perfecta. Ella es profesora de baile, así que tiene una cintura de avispa, como se suele decir; y por eso, por su trabajo, por la gimnasia y*el baile*tiene el cuerpazo que describí. A pesar de lo bonita qué es, y a pesar también de que yo soy mujeriego, debo confesarles, que nunca la miré mal intencionadamente. Claro, que me imponía a mí mismo, por lealtad a mi amigo, un fuerte y severo control al punto que nunca me permití mirarla con deseo carnal, para mantener el refrán que dice: "las mujeres de los amigos, tienen bigotes".Hace una semana atrás; Octavio contrajo una gripe muy fuerte, al punto que tuvo que hacer reposo; pero no fue suficiente esto ni las medicinas que tomó, por lo que su cuadro respiratorio, se complicó un poco. Terminó internado en una clínica médica. Esto fue un viernes por la tarde. Al día siguiente, había un evento importante en la familia de mi amigo; se casaba un primo muy querido por él y estaba invitado con su esposa*a la fiesta de bodas. Octavio se lamentaba, desde la clínica, por el no poder asistir y me decía que le daba pena fallarle a su primo y no acompañarlo en ese momento tan especial de felicidad. Me contó que Julieta si iría, pero que estaba preocupado, porque tendría que ir sola en el auto tan lejos, porque el lugar de la fiesta era en las afueras de la ciudad. Entonces se le ocurrió que yo podría acompañarla..."total, todos en mi familia te conocen y de paso, les explicás que estoy internado y que lamento mucho no estar con ellos...",me dijo. Y me pidió que le hiciera ese favor, así él se quedaría tranquilo, de que alguien acompañara a su mujer en un viaje tan lejos. Le dije que se quedara tranquilo, que haría lo que me pedía. Entonces Octavio llamó a Julieta y le avisó: "¡¡Hola mi amor!! Aunque sé que dentro de un rato vendrás a visitarme, te llamo porque te quiero decir...aquí estoy con Víctor...y, justamente, le pedí a él que te acompañe al casamiento, así no vas sola manejando en el auto, ya que la ruta es peligrosa, y yo no voy a estar tranquilo desde aquí...Víctor aceptó, así vas a ir con él...después llámalo y ponte de acuerdo con él, ok???". Enseguida me despedí de Octavio y me fui a mi departamento. Aquél sábado, recibí una llamada a mi móvil...era Julieta: "¡¡Hola Víctor!! Te llamo para coordinar...vamos en mi auto o en el tuyo???", me preguntó. "Mirá Juli... prefiero manejar mi auto si no te m*****a", le contesté. "¡¡Claro que no!! ¡¡Mejor así...prefiero que vos manejes!!", me dijo. "¡¡Ok!! A qué hora te paso a buscar?", le pregunté. "Hummm... la fiesta es a las 21hs, y tenemos más o menos una hora y media de viaje hasta allá...búscame a las 19.30hs, te parece???", me respondió. "¡¡Perfecto!! Te busco de tu casa a esa hora...un beso, chau!!" Puntualmente la busqué, toqué el timbre de su casa y; cuando salió...quedé con la boca abierta...Julieta estaba increíble...guapísima!! Al principio su figura despampanante me inhibió un poquito, pero después se me pasó. Llegamos a la fiesta que estuvo buenísima...me divertí mucho, la pasé muy bien y, ya de mad**gada, emprendimos el regreso con Julieta. Julieta había disfrutado también de la fiesta, y había bebido mucho champagne. Estaba un poco pasada de copas, por lo que estaba bastante alegre, locuaz y hasta un poco desinhibida. La noté demasiado suelta, diría, como liberada. Durante el viaje, no paraba de hablar y de reírse a carcajadas recordando lo que se había divertido en la fiesta. Yo manejaba mientras la escuchaba con atención. De repente, Julieta, llevada por su estado de euforia, saltó una barrera que nunca imaginé que saltaría. Deslizó este comentario "hot": "...todo perfecto...lástima que Octavio esté internado...con las ganas que traigo de follar!!...Jajaja...tengo las ganas, pero no tengo la polla que me haga el service completo!!, dijo absolutamente ya zafada. Yo hice como si no hubiera escuchado nada. Permanecí callado. Julieta, dando un profundo suspiro, prosiguió: "...y bueno...tendré sacarme la tanguita mojadita y ponerla a secar...jajaja!!!" Sin dudas, que Julieta estaba muy cachonda...se notaba. Lo que decía era verdad...no estaba mintiendo o hablando por hablar. Aquél comentario me encendió también a mí...automáticamente, la polla se me paró y se me puso durísima. Y, por primera vez, comencé a tener deseos carnales hacia la mujer de mi amigo. Julieta, en ese momento, dijo: "Te agradezco enormemente que me hayas acompañado" ¡¡Gracias!!", dijo, al punto que puso su mano izquierda*sobre mi pierna derecha mientras conducía. Al poner su mano, se dio cuenta de que mi pene estaba muy erecto. Entonces, ella, super excitada, comenzó a acariciar mi pierna pasando su mano de arriba a abajo, rozando intencionalmente mi polla tiesa. Aquello me calentó al máximo y de repente, Julieta, puso su mano sobre mi paquete y me realizó caricias muy eróticas con su mano por encima de mi pantalón, tocándome el enorme bulto. Yo, a punto de perder totalmente el control, opté por estacionarme en la banquina. Entonces, Juli, bajó el cierre del pantalón, metió su mano dentro del bóxer, y sacó mi verga, empezando una mamada lenta y deliciosa, haciéndome gozar, hasta que me hizo correr dentro de su boca. Llegamos luego a su casa; ya absolutamente entregados a nuestros deseos carnales desbocados, nos acostamos y follamos todo el domingo. Perdí la cuenta de las veces que copulamos; fueron muchos coitos...incontables veces mi falo entró y salió de todos los agujeros de Julieta; su coño, su culo, su boca...aquel domingo la cogí en todas las posiciones sexuales que se pueden practicar en el arte del sexo. La enleché casi siempre...así que conoce a la perfección el sabor de mi pija y de mi semen, el cual se lo tragó, por lo menos, varias veces. Follamos en su cama, en el suelo sobre una alfombra, en la ducha, en la cocina, en el sillón...en fin...aquel fin de semana, realmente, sin exagerar fue verdaderamente un finde extremadamente caliente!!!