ı mı cuñada me sorprende

I MI CUÑADA ME SORPRENDETemática: Filial?heterosexual. El comienzo de una historia familiar variopinta.Me llamo Nacho, y cuando comenzó esta historia que os voy a escribir tenía 16 años. Soy el más pequeño de tres hermanos, el mayor tiene 30 y es teniente de la marina, es hijo del primer matrimonio de mi madre, que se llama Carmela, que se había casado siendo casi una niña por haberse quedado embarazada del almirante para cuyo matrimonio trabajaba en la cocina de ayudante de su madre, y que al quedarse embarazada, el propio almirante le buscó un marino que se quisiera casar con ella. Aquel pobre diablo recibió una generosa paga por parte del almirante, y éste a su vez lo licenció. Licenciado y con dinero, se largó con viento fresco, y ella volvió a la casa de sus padres, donde nació Carlos.Pasado un tiempo, Carmela recibió un comunicado del juzgado, en el que le decían que su marido había sido apuñalado en una taberna portuaria de un lejano país.Al almirante y padre biológico de Carlos lo trasladaron a otra base, así que la madre de Carmela la volvió a colocar con ella en la casa del almirantazgo, un hombre que era viudo, y tenía un hijo que era comandante de navío. Una de las veces que vino a visitar a su padre conoció a Carmela, ella era una mujer muy ardiente, y la misma noche que se conocieron, durmieron juntos y el comandante se enamoró locamente de Carmela. Él tenía que irse por unos meses, y en cuanto volvió, Carmela estaba embarazada, y se casó con Carmela. De esa segunda vez nacimos, Isabel, que es 4 años mayor que yo. Mi padre se pegó un tiro en la sien al poco de nacer yo, pero esa es otra historia.Pero claro, cuando la madre de Carlos se quedó viuda de su primer matrimonio, éste tenía sólo 10 años y Carmela 26, así que prácticamente lo crio en el seno de su segundo matrimonio, con el consiguiente acuerdo de mi padre, porque Carmela le había contado casi todo lo relacionado con Carlos, salvo ?el detalle? de quién era hijo biológico, así que a todos los efectos, Carlos siempre fue considerado como hermano de Isabel y mío, incluso después de haberse suicidado nuestro padre cuatro años más tarde.Carlos se casó con una amiga de mi madre cuando ambos habían cumplido 22 años. Lo que siempre supimos en casa, era, que a pesar del porte de Carlos, un hombretón de casi dos metros de altura?que según mi madre se parecía mucho a su padre, ella siempre se refería al soldado con el que el almirante la casó?, esto es, el primer marido de mí madre?, fuerte como un toro?lo de los cuernos lo supe más tarde?, y muy bonachón aunque fuere un militar muy apreciado por su valentía entre sus compañeros, pero nos dábamos cuenta que en ese matrimonio la que llevaba la voz cantante era mi cuñada Nieves, que ni siquiera se recataba de reprender al marido incluso delante nuestra. Eso sí, las veces que mi madre le había llamado la atención a Carlos porque consintiera tal forma de actuar de su esposa, él le respondía:?Mamá, sólo lo hace en casa, o delante vuestra que sois nuestra familia, delante de extraños, compañeros y jefes, ella me respeta al máximo.? ¡Pero Carlos, tampoco se lo deberías permitir en privado!?No te preocupes, mamá, Nieves me hace muy feliz.La cuestión fue que cuatro años más tarde, a mi hermano lo destinaron a una misión en el extranjero?perdonad que omita datos reales?, y me pidió que me fuese a vivir a su casa, con tal de que Nieves no se sintiese sola. Tanto mi madre como yo estuvimos de acuerdo enseguida, ella porque aceptaba cualquier cosa que le pidiese Carlos, y yo, porque donde ellos vivían estaba a dos pasos de mi instituto, y también, porque para mí, la mujer de mi hermano ejercía una extraña atracción que por aquel entonces yo nunca había sabido explicarme. En cualquier caso, ella me trataba con mucho cariño, y yo siempre procuraba estar cerca de ella en los momentos que venían a casa, o nosotros íbamos a la suya. También me había quedado en su casa en alguna ocasión que mi hermano había salido de maniobra por unos días.A Carlos lo ascendieron antes de salir, así que la noche antes de partir, celebró una fiesta en su casa, donde asistieron algunos de sus compañeros con sus novias o esposas quienes las tenían, nosotros, y algunas amistades y familias más o menos lejanas, tanto de nuestro padre, o de mi madre, aunque de nuestro abuelo el almirante, jamás volvimos a saber nada. En cuanto su único hijo se suicidó, él pidió el relevo, y jamás quiso saber nada de nosotros.En aquella fiesta empecé a darme cuenta de algunas cosas que para mí eran una novedad. Lo primero fue que mi madre bailaba mucho con un par de militares que habían sido grandes amigos de mi difunto padre, y también, que una vez que se habían ido muchos de los asistentes, mi madre había tenido un extraño comportamiento con Carlos, hasta el extremo, que habiéndome sacado Nieves a bailar en el salón de la casa de mi hermano, que allí habían instalado el equipo de música, al volver al patio, que era donde estaba la comida, bebidas y sillas, no habíamos visto ni a mi madre ni a Carlos, que más tarde bajaban juntos de las habitaciones de la parte alta de la casa. Una de esas veces que Nieves me había sacado a bailar después de una de esas escenas en las que mi madre y Carlos bajaban de arriba, Nieves me había dicho al oído:? ¿Sabes que mi marido se folla a tu madre??Me quedé helado.? ¿Qué dices, Nieves??Lo que has oído. ¡Tú madre es una guarra!?Por favor Nieves?le respondí acercando mi boca a su oído, para que nadie me pudiera oír?no deberías insultarla delante de mí, si no tienes pruebas de lo que estás diciendo.?Vale, lo puedes comprobar tú mismo. Voy a ir a dar un paseo y se lo diré a mi marido; mientras hablo con él, tú súbete y te metes debajo de la cama de la habitación en la que te sueles quedar cuando vienes a casa, y espera allí, para que veas lo que ocurre cuando yo salga de casa.Le hice caso, y en cuanto la vi hablando con Carlos, subí con disimulo y me metí bajo la cama. Poco después se abría la puerta y aunque sólo les podía ver los zapatos de mamá y de Carlos, en cuanto los escuché hablar, supe que Nieves tenía razón:? ¡Carlos, tengo el coño chorreando!?Era la voz de mi madre, aunque rota por una especie de gemido de lo caliente que debía estar? ¡Fóllame, Carlos!? ¡Mamá, ya te he follado dos veces esta noche, y hasta me has hecho una mamada!? ¡Pero mañana te vas, y estoy muy puta!? ¿Quieres que te c*** el coño?? ¡Síiiiii aunque lo tengo chorreando de las dos corridas que me has echado, y mis calditos!? ¡Ya sabes que me encanta comerte el coño cuando lo tienes así!? ¡Eres igual que el cabrón de tu padre, también a él le gustaba comerme el coño aunque estuviera empapada con la leche de otro! ?Yo no entendí bien lo que había dicho mi madre, porque ella siempre nos hablaba del padre de Carlos refiriéndose al marinero, y según ella, este se largó en cuanto lo licenciaron y trincó la pasta. ¿Se estaría refiriendo al padre biológico de Carlos?Yo los escuchaba, pero no los podía ver porque desde debajo de la cama no veía el sofá donde al parecer, mi madre estaba espatarrada, mientras Carlos le chupaba el coño arrodillado en la alfombra.? ¡Aaaaaahhhhhh hijo de putaaaaaa que gustoooo me daaaaasssss! ?Escuché que gritaba mi madre, mientras que también oía lo chupetones que Carlos le daba en el coño? ¡Trágatelo todo, perro! ¡Méteme la polla!?; Todo aquello, que para mí me debiera haber vuelto loco y haber salido de debajo de la cama y haberlos encarado, por el contrario, estaba empalmado al máximo, al extremo que pareciera que me iba a reventar la cremallera de los vaqueros, y no me podía pajear no fuera que ellos me descubrieran.No sé el tiempo que estuvieron follando, pero de pronto se abrió la puerta.? ¿Qué hacéis aquí??Escuché que era la voz de Nieves.?Hablando con mi hijo, despidiéndome de él. ?Fue la respuesta de mi madre, y ya debían estar vestidos, porque en caso contrario, allí se hubiera producido la III Guerra Mundial.? ¡Ya bajamos, Nieves!?Le respondió Carlos a su mujer, y ésta volvió a salir sin decir ni pío.En cuanto salieron de la habitación y los escuché bajar por la escalera, salí de debajo de la cama, y me metí en el baño que estaba enfrente.? ¿Los vistes??Me preguntó Nieves que estaba allí escondida.?No he visto nada, aunque me lo imagino porque los he escuchado.? ¿Tienes ya claro, que tu madre es una guarra que folla con su hijo??Sí, aunque estoy alucinando. ¡Jamás lo hubiera imaginado!?Mira Nacho, yo lo supe no hace mucho, me lo contó un compañero de tu hermano, y además me dijo algo muy fuerte.? ¿Qué fue lo que te dijo? ?Le pregunté, pero habiendo oído a Carlos y mi madre, ya me podía imaginar cualquier cosa.?Que tu padre se suicidó, porque los pilló follando en su cama de matrimonio, poco después de que tú nacieras.? ¡Joder, pero si Carlos era un niño! ?Casi grité.?Bueno, tu hermano siempre aparentó más edad de la que tiene, es un tío grande. Pero resulta que no sólo se ha follado a tu hermano desde que a él se le empezó a poner dura, también ha follado con algunos compañeros de carrera de tu difunto padre; además, también le gustan las mujeres. Esos oficiales con los que folla, también ponen a sus mujeres para hacer tríos.Escuchándola, yo no sabía cómo disimular el empalme de polla que tenía, aunque me había puesto ambas manos delante de la bragueta para contener el empuje, pero no logré que ella no se diera cuenta.?Bueno, te dejo aquí y hazte una paja porque si no te la haces, luego te van a doler mucho los huevos. ?Estaba claro que Nieves sabía de lo que hablaba.La vuelta a casa aquella noche, y la despedida de mi hermano Carlos al día siguiente en el puerto se produjeron en un sorprendente silencio. Incluso mi hermana Isabel dijo las palabras justas para despedir a Carlos, y por supuesto, él y mi madre disimularon bien lo que entre ellos había. Nieves no acudió a la despedida, adujo que estaba enferma, y Carlos lo justificó por el dolor que a ella le producía las despedidas. En cualquier caso, después del almuerzo, Nieves se presentó en casa con su coche para recogerme, y yo ya tenía preparado todo lo que iba a necesitar.? ¿Cómo estás, Nacho? ?Me preguntó Nieves nada más ponernos en marcha.?Bien, aunque no he podido dormir en toda la noche.? ¿No te pajeaste para aliviar la tensión??No pude, tenía la polla dura, pero tenía en la cabeza tal embrollo, que no me encontraba mentalmente bien como para ponerme a pajearme. ¿Por cierto Nieves, todo lo que me contaste lo sabe mi hermana? ?La pregunta no sólo era porque Isabel también había estado muy fría despidiendo a Carlos, sino porque toda la mañana le había estado tirando de la lengua a mi madre, porque para Isabel, también Carlos era su héroe.?Bueno, tú sabes que me llevo de puta madre con Isa, así que alguna que otra vez que ha venido a casa o hemos salido de compras, hemos hablado de cosas de mujeres.?Quiero decir si a mi hermana le has contado lo mismo que a mí, no te hagas la loca.?Pues no me acuerdo, Nacho; algún día lo sabrás si ella te quiere contar lo que le dé la gana. ¡Venga, olvídate del tema, y vamos a disfrutar mientras estemos juntos!Llegamos a casa de mi hermano y Nieves abrió la puerta automática del garaje para meterlo dentro, así que esperé a que hubiéramos entrado. Nieves aparcó y cerró las dos puertas, la de entrada al patio y la del garaje. Ya dentro, me miró a la vez que me agarraba la mano izquierda.?Nacho, quiero que olvides todo lo que has sabido, te aseguro que no quiero que estés m*****o, ni con ellos, ni conmigo. ?Dicho lo cual, me dio un pico en los labios, se bajó del coche, abrió la puerta de entrada a la casa desde el garaje, y me quedé unos minutos sin reaccionar. ¡Era la primera vez que mi cuñada me besaba en la boca!Subí mis cosas a la habitación, y observé que mi cuñada me había instalado allí el ordenador de Carlos; enseguida imaginé porqué ella misma me había llamado para que no me llevase el portátil, que siempre estaba escacharrado. Me alegré enseguida, porque podría estar conectado con mis amistades. Había una nota pegada en un post?it en la pantalla: ¡Acuérdate, antes de que venga Carlos, de borrar todo lo que hayas guardado aquí, y también, borra el historial por donde hayas navegado!Cuando bajé al salón, ya estaba mi cuñada sentada frente a la TV.? ¡Ven, siéntate aquí a mi lado! ?Nieves era así, tenía ese punto de autoritarismo que la hacía especial, todo lo contrario de Carlos, a pesar de su profesión.Nieves llevaba una especie de salto de cama, casi transparente, salvo un triángulo en el centro de la falda, que hacía que no se supiera si llevaba bragas o iba desnuda, esa duda no era por el triángulo, sino porque los pechos se le veían perfectamente a través de la trasparencia de cintura para arriba. En las muchas ocasiones que yo había estado en su casa, Nieves era así cuando estábamos a solas y Carlos de viaje, porque si él estaba en la base, ella se mostraba más recatada, lo que me hizo suponer, aunque antes del reciente beso no le había dado importancia, que si no estaba mi hermano, ella se mostraba más provocadora. Evidentemente lo había logrado, porque a pesar de que siendo sábado estaban echando una película que me gustaba, de reojo le miraba sus recios pechos, que a través de la trasparencia se le marcaban unos pezones puntiagudos que jamás había visto otros iguales, ni siquiera en los vídeos porno que de vez en cuando veía por Internet para masturbarme. A ella debía gustarle excitarme, porque tampoco paraba de cruzar las piernas una y otra vez, con lo cual, cada vez que lo hacía se me iba la vista para su entrepierna y comprobar si no llevaba bragas, pero daba igual, porque en cada movimiento, la falda se le iba subiendo muslo arriba, y me estaba poniendo cardiaco porque los muslos de mi cuñada eran increíbles, y si seguía con su cruce de piernas, pronto me iba a enseñar su pelvis.Dado el panorama, mi polla había vuelto a ponerse dura, y todo aquello me producía sentimientos encontrados después de lo que Nieves me había dicho sobre mi madre. Por un lado, deseaba que ella siguiera provocándome, aunque por otro, pensaba que a lo mejor no lo hacía queriendo, y era mi perversa mente, que debo reconocer que era la primera vez que me sentía así, porque cuando me masturbaba viendo vídeos, sólo era excitación, y nunca me sentí culpable por ello.Aparentemente, Nieves seguía viendo la película con interés, aunque también era raro que no me hiciera comentarios sobre la peli, que ya la habíamos visto en anteriores ocasiones, y que siempre, tanto ella como yo, habíamos comentado algunas escenas antes de que se produjeran.? ¿Te has follado ya a alguna de las chicas del instituto? ? Me preguntó volviéndose hacía mí a la vez que cruzaba de nuevo las piernas, y como me pilló de sorpresa, estaba atendiendo a su cara, y no vi lo que llevaba rato esperando, pero bajé la mirada unos segundos antes de responderle, y si no llevaba bragas, le tendría que haber visto el coño, porque el borde de la falda lo tenía justo encima de su entrepierna.?No sé qué responderte, porque me vas a preguntar con quién he follado, y eso no te lo podré decir.? ¡Ah vale, o sea que sí has follado! ¿Con una jovencita como tú, o alguna madre lagartona?? ¡Joder Nieves, no me pongas en aprietos!?O sea, que llevo razón, y algunas de esas pelagartas amigas de tu madre, te han llevado al huerto. ¿Te han enseñado muchas cosas??Y justo en el instante que me hacía esa pregunta, descruzó las piernas, y pude ver que llevaba una tanga negra, que en la primera impresión me pareció que iba sin ellas, pero ella misma se las tiró hacía arriba cogiéndolas por el elástico y clavándoselas entre los labios del coño, pero inmediatamente se bajó la falda; era casi igual, porque a través de ella, se le veía todo con bastante nitidez.? ¡Sólo una es amiga de mi madre!? ¡Coño! ¿A cuántas te has follado??No te lo voy a decir, porque insisto en lo de antes, vas a querer saber quiénes son, y creo que me entenderás que calle.?Mira Nacho, sé de ti más de lo que te imaginas; a ver, por tu propio hermano sé que te gastas una preciosa polla, doblada hacía arriba, y con un impresionante nudo que tiene que volver loca a cualquier mujer. Mucho más, a esas madres que ya te has follado, porque si no te has follado a sus hijas, es porque son vírgenes, y creen que es pronto para perder el virgo, pero te habrán hecho pajas, y alguna, hasta te la habrá chupado, y esas cosas, algunas chicas, las comentan con sus madres para que les digan qué deben hacer. Es decir, que esas maduras que te has follado, ya venían calientes en tu busca, porque sus hijas le habían contado la hermosura de tu herramienta, y como la mayoría de ellas están faltas de buenas folladas, pues en cuantos sus hijas le han contado lo tuyo, te pusiste a tiro de sus coños y bocas, porque además de habértelas follado, también te la habrán mamado, y hasta habrán dejado que te corrieras en sus putas y guarras bocas. ¿Me equivoco, cuñadito?Yo me sujetaba la bragueta con ambas manos, porque aquella parrafada me acababa de dar la puntilla, y estaba a punto de caer encima de mi cuñada, y hacer con ella lo mismo que Nieves me había dicho que hacía con algunas maduras.? ¡No todas son madres de chicas!?Imagino que las habrá que son madres de tu peña de colegas, porque ellos también conocen tu herramienta, y lo habrán referido en sus casas.? ¿Es que crees que le voy contando a mis amistades cómo la tengo, y lo qué hago con ella??No, sé que eres más serio que ellos, pero hacéis deporte, y luego os ducháis, y os vestís juntos. ¿Me equivoco??Tuve que darme por vencido, porque Nieves manejaba el lenguaje mejor que yo.? ¡Tienes razón!? ¿Me vas a decir a cuántas te has follado ya??Algunas, pero no me pidas sus nombres, porque no te los voy a dar.?Lo que no podía evitar, y dado el potencial de mi polla en esos instante, es imaginarme a mi cuñada encima de mí, metiéndose mi polla para adentro de su encharcado coño, porque ella debía estar muy caliente, porque jamás había usado ese lenguaje conmigo.?Creo que me las dirás poco a poco sin que te pregunte; eso me calentaría mucho, y si me hablas de lo que haces con ellas, hasta podríamos hacer cositas que estoy segura que ninguna de ellas han hecho contigo. ¡Soy más puta que todas ellas, te lo aseguro!?Me agarró la mano y se la puso sobre el triángulo de su negro tanga, que no le tapaba nada, así que mi mano entró en contacto directo con su coño, aunque por medio estuviera la falda trasparente. ¿Qué te parece, hacemos un trato?? ¿Qué clase de trato?? ¡Follaremos a tope, pero me tendrás que contar historias que me pongan cachonda!? ¡De acuerdo!?Respondí sin saber las consecuencias que aquel acuerdo podían tener en el futuro.?Subamos a la habitación. ¿Te gustaría follarte a tu cuñada, ahora mismo?? ¡Estoy a reventar, Nieves!?Ven que te abra la jaula del pájaro. ?No hizo falta que lo repitiera, me puse de pie frente a ella, y Nieves corrió la cremallera hacía abajo, y mi polla salió al exterior envuelta aún en el bóxer. Desabrochó el pantalón y lo bajo para sacármelo por los pies. Cuando ya sólo tenía puesto el bóxer, porque yo mismo me había sacado la camiseta, mi polla desbordó los calzoncillos y apareció con tal erección, como ni yo mismo la había visto nunca. ? ¡Joder Nacho, vaya pedazo de polla que te gastas!Me la agarro con una mano y con la otra me cogió los huevos por debajo, y entre una y la otra empezó a magrearme. ? ¡Nieves, por favor! ? Me acariciaba de tal forma la polla y los huevos, que me provocaba una agonía que me tenía la garganta congestionada. ¡Necesitaba correrme, no podía más! Pero Nieves actuaba como si no me escuchara, y sin dejar de masajearme, acercó su boca y me besó la punta del nabo. Aquello me estaba volviendo loco. No sabía lo que decir. Yo me arqueaba y gemía tratando de metérsela en la boca.? ¡Sí, ya sé que quieres follarme la boca! ¿Te gustaría que te la mamara aquí mismo?? En aquel momento dudé. Como ya he dicho antes, jamás había tenido tantas ganas por correrme, solo quería que me la chupara de una vez. ?Vamos a mi cama matrimonial, esto hay que hacerlo de tal forma, que no lo puedas olvidar en tu vida.El número de la subida de ambos por la escalera, era inenarrable, porque Nieves me agarraba por la polla como tirando de mí, pero delante de mí tan cerca, que la punta del capullo rosaba su trasero, así que mi excitación era insoportable, el roce del nabo con su trasparente falda, y que con el movimiento de ambos al subir escalones?ignoro si ella lo hacía con intención?, la cabeza del nudo adentraba entre sus cachas, y Nieves movía la mano con la que me la agarraba hacía arriba y hacia abajo. Cuando llegamos al rellano, fui yo quien la agarró por la cintura y me pegué a ella como una lapa, y Nieve me bajó la polla para que la punta estuviera donde ella quería.? ¿Dónde me la quieres meter, cuñadito?? ¡Nieves por favor, no aguanto más, o me corro o me van a explotar los huevos! ?Mi cuñada me soltó la mano y se dio la vuelta. Frente a frente uno de del otro, ella me agarró por las piernas y respondí al abrazo. Y me besó. Su lengua entro en mi boca, hurgando con ella para que la mía le devolviera el beso. Era una situación que jamás antes había vivido, porque con las tías que había follado, era algo muy distinto a lo que me estaba pasando con la mujer de mi hermano. El morreo siguió a la vez que sin saber por qué, o quizás sí, yo había movido mi cintura hacía abajo, porque ya era un poco más alto que Nieves, di un golpe de caderas, y se le metí en el coño esquivando la pequeña tanga que aún llevaba puesta. No esperé más, comencé a moverme para que mi polla entrase de abajo hacia arriba, y Nieves se apoyó contra la pared, levantó las piernas y las enroscó a mi culo.? ¡Hijooooo de putaaaaaaa que bien follaaaaaaassssss! ¡Lléname el coño de lechitaaaaaaa! ?No sé la de veces que la empotré contra la pared, ni los chorros de semen que salieron vagina adentro. Era como si nunca me hubiese corrido, y hubiese guardado tal cantidad de lefa para ese momento. ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!Continuará.